"El nombre de Dios es misericordia", lucía en el gran mural de la iglesia de Santo Toribio. Título del libro, escrito por el papa Francisco con motivo del año de la misericordia, palabra que viene de corazón y de sentir compasión. Alrededor del Lignum Crucis, buscando el rostro de Dios, celebramos un año más la celebración comunitaria de la penitencia.
Con un gran trabajo de los niños y niñas en clase de religión con su profesora Anabel, al lado de la Santísima Cruz, un hermoso mural con la frase, "misioneros de la misericordia", que será acompañado con las tarjetas que han elaborado los niños y niñas, con las 14 obras de misericordia, 7 materiales y 7 espirituales.
Como sucede estos últimos años, se contó con la asistencia, en los primeros bancos de la iglesia, de los niños y niñas de catequesis que luego participarían por primera vez del sacramento de la panitencia. Los niños y niñas estuvieron acompañados por sus catequistas, pendientes de ellos en la iglesia. tras la presentación de la ceremonia de Don Elías, los niños y niñas se marcharon con él a la capilla del primer piso.
En la iglesia sigue la ceremonia, con la lectura de un fragmento de la carta del apostol San Pablo a los Romanos, en la que el Apostol, les incita a practicar la misericordia, que lee Asun. El Evangelio relata, cuando Jesús explica el juicio final: "Tuve hambre y me disteis, de comer, tuve sed....". El padre Juan Manuel, nos habla del amor sin medida de Dios. También se realiza el examen de cociencia y Anabel lee un salmo responsorial.
Es el momento de realizar las confesiones individuales, con la presencia de todos los sacerdotes y frailes que ejercen en Liébana y compañeros tres sacerdotes que han venido de otros lugares. . A cada persona se le entrega la tarjeta, con una obra de misericordia y un dibujo alusivo realizado, por los niños, que es la penitencia que se manda a cada fiel. Tras leerlas, las tarjetas se pinchan en el mural.
Tras las confesiones se reparte la comunión, mientras van llegando los niños y niñas a la iglesia, después de tener su primera confesión con Don Elías. Por ltimo se hace la bendición y después la adoración de la Santísima Cruz.
Como es tradición los presentes desgutaron el chocolate con galletas, en la portería y la marquesina del monasterio.
