Fiesta de la Exaltación de la Santísima Cruz


Celebramos la fiesta principal del Arciprestazgo y el día grande de la tradición de "La Vez". Es la primera fiesta de la Santa Cruz que preside nuestro obispo Don Arturo Ros"
Este año los alcaldes de Liébana llevan el palio, el alcalde de Peñarrubia el estandarte y seis cofrades los velones, la procesión empieza en el pórtico con nuestro obispo portando la reliquia, delante va el estandarte y lso sacerdotes que concelebran.
Después se pasa para iniciar la eucaristía que cuenta con la presencia de la junta directiva de la Cofradía de la Santísima Cruz, los alcaldes de los municipios de Liébana y también la consejera de justicia y presidencia del gobierno de Cantabria. Acompañan al señor obispo Don Arturo y su ayudante, la comunidad franciscana de Santo Toribio, el padre provincial de los franciscanos, Don Elías arcipreste de Liébana y Peñarrubia, Don Marcelo y el franciscano José María Alonso
La primera lectura (Nm 21) recuerda otro acto de redención del pecado, gracias a la misericordia de Dios, la curación de los israelitas al mirar la serpiente de bronce. La segunda lectura (Flp 2, 6-11) recuerda que Jesús renunció su condición divina, para morir en la Cruz y por ello ha sido ensalzado y es el "Nombre sobre todo Nombre" . El Evangelio del día (Juan 3,13-17) en el cual Jesús le dice a Nicodemo que Dios mandó al mundo a su Hijo para que salve al mundo.
En la homilía Don Arturo dice que el fundamento de todo es "tanto Dios al mundo" este es el fundamento el punto de partida y sostiene nuestra existencia. Don Arturo nos pregunta "¿Nos sentimos amados por Dios". Al final de la homilía se pregunta como tras el gran amor de Dios, existen tantas injusticias, tanto sufrimiento y tantos males, pregúntandose "¿Qué hacemos Dios mío?. Tras el credo y las preces, como cada celebración de la Santísima Cruz los cofrades encargados se acercan al altar con los cirios durante la consagración
Para despedirse Don Arturo saluda a las autoridades presentes, a los sacerdotes que concelebran y especialmente a la comunidad franciscana y deja el mensaje de que Santo Toribio seguirá existiendo hasta el final de los tiempos, porque la iglesia pertenece a Dios para siempre. Para la adoración se hace la procesión hasta la capilla de La Cruz, como el resto de días de "La Vez"