Nueva edición de la fiesta de la Virgen de la Salud, en la que un numeroso grupo de peregrinosd desafió las malas previsoiones climatólogicas existentes. La niebla cubrió los campos de Áliva, y a veces existían lloviznas, pero el día resultó mejor de lo esperado. Eucaristía dirigida, un año más, por el padre Vitorio y concelebrada por el padre Juan Ignacio, párroco de Pembes y Espinama, don Jose Antonio Lerín, don Domingo Landeras, don Bernardo capellán de Valdecilla y don Alejandro Benavente . Saray leyó la primera lectura y Paula leyó las preces. El Evangelio relata el episodio de la Visitación de Nuestra Señora. En la homilía, el padre Vitorio destaca la solidaridad de María, al correr hacia la montaña, a ayudar a su prima, tras que Dios le anunciara que es la elegida. Durante la celebración el dúo de piteros presentes toco el himno de España. Antes de la procesión, la asociación de mujeres de Camaleño y jóvenes y niñas del valle, con traje típico, realizaron una magnífica ofrenda floral a la Virgen de la Salud. Tras la procesión, se cantó la Salve y el himno de la Virgen, por las mujeres de Pembes y alrededores. Durante el largo periodo en que los muchísimos fieles veneraban la imagen de la Virgen, hubo una brillante actuación del coro de Camaleño. Las jóvenes realizan una exhibición de danzas, mientras que se anunció que se suspendían las actividades de la tarde, debido a la climatología. |