A las tres salió de Potes un autobús con cuarenta cofrades para participar en laperegrinación,contando con Don Elías y Don Luis Ángel Murga( diácono que se encuentra en nuestro Arciprestazgo). Posteriormente salió un coche donde iba el Lignum Crucis acompañado por el padre Juan Manuel. Se inició una pequeña procesión desde la entrada de la iglesia del Cristo hasta la catedral, La Santísima Cruz iba ocompañada por el estandarte de la Santísima Cruz que abría la procesión y por una banda de tambores. En la catedral la Santísima Cruz fue recibida por el Deán de la catedral Don Francisco Sánchez, acompañado por el Obispo de Santander,dos obispos suizos y otro de costa Rica,junto a varios sacerdotes cántabros y de los países con jóvenes peregrinos. Tras una breve oración en la catedral, se inicia una larga procesión desde la catedral, atravesando la zona marítima, Reina Victoria,para llegar alpolideportivo del Sardinero. El Lignum Crucis era portado en un paso procesional de la Junta de Cofradías penitenciales de Santander, delante iban los estandartes de las cofradías, la banda musical de San Celedonio, el estandarte de la Codradía de la Santísima Cruz junto con los cofrades lebaniegos y la banda de tambores. Tras el paso los obispos y sacerdotes y los jóvenes d ela JMJ con las banderas de sus países: Suiza, Argentina, Costa Rica, Puerto Rico, Méjico y Polonia. Tras esta larga procesión, la cena en el polideportivo al que se llegó sobre las nueve con la presencia de algo de lluvia, que provocó que se tapara la Reliquia. Durante el receso,quizás elmomento más emocianante, ver las caras de alegría de los peregrinos que adoraban la Santísima Cruz, esto nos debe hacer reflexionar sobre el gran honor de tener la Reliquia en nuestro Arciprestazgo. A las 10 la vigilia de oración que alternó las lecturas de la Palabra de Dios con la intervención de un cómico rescatado por Dios de su naufragio. Las intervenciones se traducián al francés,inglés y alemán. Luis Ángel Murga se encargó de leer el evangelio de San Mateo sobre los discípulos de Emaus, tras la llegada de la Santísima Cruz precedida de varios jóvenes con palmas. Después la intervención del Señor Obispo Don Vicente Jiménez Zamora, dando las gracias a los sacerdotes y obispos, a las cofradías, instituciones y al arciprestazgo de la Santa Cruz, y al monasterio de Santo Toribio, también pidió a los jóvenes que buscaran su vocación hacia el matrimonio, el sacerdocio o la vida consagrada. Por último un homenaje a la Sagrada Forma que entró precedida de tres jóvenes que repartían pétalos de rosas y que luego hicieron una danza, luego un periodo de silencio y reflexión ante el Corpus Cristi. Toda la vigilia contó con un grupo musical que cantó varios temas. En las gradas los animados jóvenes con sus banderas y abajo al lado del escenario los cofrades de la Santísima Cruz y los asistentes con problemas de audición que contaban con traducción a lenguaje de signos. Concluida la vigilia se pasó adorar de nuevo la Santísima Cruz, y sobre las doce y media se iniciaba el concierto de Mario San Miguel, momento en que también el autobús regresaba a Liébana. |
Hacia la catedral
Salida de la catedral Un momento de la procesión Los jóvenes de la JMJ Veneración de la Santísima Cruz Durante la vigilia de oración. |